Normalmente cuando iniciamos un proyecto lo hacemos en nuestro domicilió, usando los recursos que tenemos en mano para mantener los costes al mínimo.
Pero a medida que avanzamos y nuestro proyecto evoluciona, convirtiéndose en una empresa oficialmente constituida, tiende a aumentar el nivel de trabajo y de documentación que debemos tener a mano, así como también la necesidad de adquirir equipos e inmobiliarios.
El espacio se nos hace cada vez más pequeño y encontrar un documento se vuelve una locura, lo cual complica el funcionamiento de nuestra joven empresa.
Para un emprendedor trabajar ordenadamente y en un lugar adecuado es un factor muy importante, por tanto requeriremos un espacio de trabajo más amplio, lo cual nos obligue a mudarnos de nuestra habitación y abandonar la comodidad que representaba trabajar junto a la cama donde dormimos jajajaja
El nuevo lugar deberá cumplir con determinadas especificaciones que se definirán de acuerdo a la actividad profesional que desarrollamos, pero siempre sin olvidar el principio de ahorro y mínimo coste posible.
También debemos lograr imitar a la perfección el ambiente de comodidad y tranquilidad que nos llevó a desarrollar la empresa, para que mantenga su línea de crecimiento y mejora continúa.
Será un gran paso que puede influir en el futuro de nuestra empresa, por tanto debemos tomarnos un tiempo para evaluar todas las opciones.
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