Es una realidad palpable, en el pasado quedaron los días
cuando un plan de acción o un guion nos podía servir para toda la vida de
nuestra empresa, pues lo cambios eran casi imperceptibles y bastaba con tener
un golpe de suerte o estar en el momento justo para garantizarnos el éxito, hoy
ya no es así.
En un mundo donde cada 24 horas se envían doscientos diez mil
millones de correos electrónicos, donde una noticias que ocurre al otro lado
del mundo en segundos se puede propagar por todo el globo terráqueo, es una ilusión
creer que una empresa pueda mantenerse
sin cambiar continuamente su guion de acción y ajustarlo casi a diario al nuevo
contexto que se presenta, las redes sociales nos recuerdan cada instante que el
muro o mundo se está actualizando y nosotros debemos participar.
Encontramos una realidad y debemos trabajar para mantenernos
en ella y estar continuamente comunicando a nuestros clientes que seguimos
formando parte del mercado que podemos ofrecer un servicio de calidad que está
sujeto a su evaluación “me gusta”.
Hoy más que nunca el cliente tiene la palabra, todo modelo o
plan de acción debe comenzar y terminar en nuestros clientes, en fin toda la organización debe poseer una clara y real orientación
así el, por ello ya el pensar que el cliente debe adaptarse al producto es un
pensamiento cavernícola, lo más
interesante que llama mi atención y lo
cual inspiro estas líneas es que en los países de Latinoamérica concretamente
en Venezuela, aun esta creencia está en la mente de los empresarios que buscan
adaptar al cliente al producto, pensar en lo contrario es un pecado capital
para ellos.
Es momento de reflexionar e invitar a la nueva generación de
emprendedores de la cual me siento parte, que debemos trabajar para ofrecer
servicios y productos de calidad, investigar e identificar lo que nuestros
clientes demanda y hacer del cambio constante una política de empresa y
personal.
Es difícil llevarlo a la práctica pero los resultados serán asombrosos,
ya lo decía mi profesor de ventas, el cliente busca el cariñito y donde lo
encuentre jamás lo olvidara.
Emprendedores unidos por un mundo mejor…
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Asi lo cita Kotler
ResponderEliminarUn cliente es el individuo más importante de esta empresa, sea en persona o por correo, un cliente no depende de nosotros, nosotros dependemos de él. Un cliente no es una interrupción a nuestro trabajo, es el propósito de nuestro trabajo. No le estamos haciendo un favor al atenderlo: el no está haciendo el favor al darnos la oportunidad de servirlo. Un cliente no es alguien con quien discutir ni a quien rebatir: nadie ha ganado una discusión con un cliente. Un cliente es una persona que nos trae sus deseos; nuestra labor es manejarlos con provecho para él y para nosotros mismos” p 21. Kotler, P. 2000. Dirección de Marketing Edición del Milenio
Excelente...Sr. Emiliano Mas claro imposible, Gracias por su comentario y si me permites lo citare en el próximo articulo.
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