Desde que nacemos somos explorando de este mundo desconocido,
aventuremos que deseamos conocer todo nuestro entorno e inmediatamente bien sea
gateando o caminando vamos recorriendo
diferentes etapas que definirán nuestra personalidad.
Durante este proceso comienzan a suceder hechos que marcaran
nuestra vida y que recordaremos para siempre; el primer beso, la primera novia o
novio, la primera relación sexual, el primer trabajo, el primer vehículo, etc. Pero para los
emprendedores hay uno en especial que recordaremos por siempre, aquella vez
cuando iniciamos nuestra primera aventura empresarial que normalmente no
termina muy bien.
En mi caso lo recuerdo perfectamente con una mezcla de rabia
y alegría, aquel vehículo Daewoo tico 1997, que adquirí para rentabilizarlo como
transporte y que me dejo con apenas dinero para subsistir y deudas que durante
los tres años siguientes tuve que pagar, al recordarlo me doy cuenta que no fue
una de mis mejores ideas, que por falta de experiencia y dejarme llevar por los
sueños actué imprudentemente y el resultado fue negativo económicamente hablando.
Sin embargo esa experiencia me enseño muchas cosas tanto
desde el punto de vista personal como empresarial, me dejo lecciones sobre los
errores que no se pueden cometer al emprender.
Es de sabio mirar al vecino y no cometer sus errores, pero de
inteligentes el aprender de los tuyo y procurar no volver a cometer, lo podemos
lograr sino olvidamos continuamente mirar
al pasado y recordar nuestros éxitos o fracasos.
Y tu ¿Cuál fue tu primera vez?
Foto de: auto.mercadolibre.com.ar
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