domingo, 19 de octubre de 2014

De padres a hijos inversión a futuro:


Son nuestros primeros benefactores, son nuestro aval para la primera hipoteca y hay unos más generosos que obsequian el primer coche.


Ellos siempre creyeron en nosotros aún cuando atravesábamos etapas de inmadurez y sus palabras se conviertan en granos de arena para nuestro desierto mental que intenta conseguir un rumbo a seguir.

Siempre confían en nosotros y nos animan a continuar aún cuando nuestras ideas de negocio sean las más descabellada, son nuestros padres y no hay palabras para definir el amor que sentimos por ellos.

Pero tocando un poco la fibra sensible, debemos reconocer que a veces abusamos de su generosidad, y otros tantos ya más que abuso, construyen un proyecto de vida fundamentado en los pilares de sus padres, creando un plan de vida basado en la eternidad de una mesada o regalías de un negocio que no se preocupan en aprender.

Todos somos humanos y tenemos una fecha de vencimiento por decirlo de alguna manera, con el paso del tiempo las fuerzas disminuyen y comienza un proceso degenerativo que conduce a nuestros padres a necesitarnos cada día más, sin pensarlo dos veces allí debemos estar, no sólo por ser sus hijos sino para de alguna forma devolver todo el esfuerzo que ellos hicieron en cuidarnos cuando éramos niños y más débiles estábamos.

Aún cuando sea un poco frío decirlo de esta forma, nuestro padres en nosotros tiene una inversión a futuro, esa que les permitirá construir su última etapa de vida sobre los pilares que hemos hecho nosotros.

No habrá padre o madre más feliz que ver a sus hijos triunfar, abrir camino y sentir que ya pueden andar sin ayuda en este mundo, ese día comenzarán a cobrar los intereses de la inversión realizada y no sólo es monetario sino en tasas de felicidad.
Derecho de autor: osons / 123RF Foto de archivo

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