domingo, 30 de noviembre de 2014

Mucho soñar y poco emprender:

Existe un grupo de emprendedores o mejor dicho soñadores que, sobre la mesa son capaces de diseñar un plan de negocio perfecto, con cálculos, planes de marketing, distribución, etc. 

Son los eternos consejeros de negocios, pero que nunca han pasado más allá del papel.


Para ellos, cuando llega el momento de la verdad y deben dar el salto, comienza a crearse un auto bloqueo que amuralla la idea y empiezan a buscar la perfección para poder dar el paso, sin comprender que el momento perfecto es hoy, no mañana, ¡Hoy!

El objetivo de los soñadores debería ser convertirse en emprendedores y poner en marchas sus ideas, pero esto puede llegar a ser un gran problema si no cuentan con alguien que simplemente los empuje.


Los soñadores y emprendedores no debemos engañarnos a nosotros mismos, debemos saber cuando estamos dando largas a un proyecto y cuando nos refugiamos en los proyectos de los demás para no velar por el de nosotros, porque simplemente hemos creado una barrera de "miedo" a dar ese salto.

La única solución para derribar los muros y dejar volar nuestra idea, es confiar en nosotros y tener la seguridad de que no todo será perfecto pero cada caída será una oportunidad para mejorar y si alguien se ríe de nosotros, pues que lo disfruten ya que volveremos y seremos nosotros quien ría de último.

Adelante soñador deja el nido y vuela al lugar llamado éxito.

Derecho de autor: nuiiko / 123RF Foto de archivo

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